domingo, 27 de marzo de 2011

LA GRAN ESTAFA

LA GRAN ESTAFA


Terminan los últimos acordes de aquella canción de leño que decia no se vende el rock and roll y empieza a girar en el tocadiscos las primeras notas de ya no quedan grupos de rock de eskorbuto, con casi 20 años desde la publicación de este último la historia sigue siendo la misma, grupos de rock que se venden al mejor postor; hipocresia lo que sobra en vuestras vidas.

En conciertos todo sabemos lo que pasa a los grupos, la organización promete pero después cuando han cobrada nada, NO HABLO DE CACHÉ, hablo de gasolina, de un bocata para comer, de una cerveza para acompañar dicho bocata y de un sitio donde dejar los instrumentos, pues pedir un cacho jergón donde dejarte caer parece que es un lujo y capricho innecesario para quien organiza cuando este ya tiene cama y ha quedado bien con los “jefes”

Después de unos añitos en esto y dando la cara para que luego te den la espalda vuelves a encontrarte con gente ruín-despota, que amparandose en sus padrinos,con menos valores que el filmografico, les bailan el agua y les rien las gracias. Si es cierto que puede ser una MALA PARTIDA pero lo peor es la mala jugada, jugarreta acompañada de espantada. No dais la cara. Todavía siguen presentes los eunucos mentales pero esta vez desde dentro, entre nosotros mismos, quizas ni tú ni yo pero si el que está al lado y es lo más triste.

Pero menos mal que todavian quedan, quedamos y QUEDAREMOS (aunque algunos les/os pese) que frente al valor económico primamos una de las esencias del punk como la solidaridad, como mosqueteros todos para uno y uno para todos, donde prácticamente seamos una antigua comuna donde se comparte todo pero con respeto damos todo porque sí, porque estamos en el mismo barco que va contracorriente navegando hacia un destino incierto pero que es el nuestro.

¿Es ético tocar pagando por ello?
¿Es coherente hablar de punk pensando en la recaudación?
¿Es justo que unos paguemos las fiestas y vicios de otros?

Al final el dicho de que nadie es profeta en su tierra va a ser cierto, no porque no se valore sino por la arrogancia y la escasez de elegancia en el trato hacia los demás.